Paco Perlaza reemplazará a Sebastián Ritter el 29 de diciembre
Manzanares sale a hombros
Una gran tarde de toros en Cali, con tiempo caluroso y lleno a reventar en los tendidos de Cañaveralejo donde se vivió un ambiente de alegría y colorido celebrando un año más de la inauguración de la plaza.
Para la ocasión, el maestro César Rincón dispuso de un encierro acorde con la categoría merecida escogiendo seis toros de su dehesa Las Ventas del Espíritu Santo, muy parejos de presentación y calidad, especialmente los corridos en primero, cuarto y quinto lugar. Toros con mucha nobleza, encastados en bueno que permitieron faenas pletóricas de torería y la primera salida a hombros por la Puerta del Señor de los Cristales, honor que se llevó José Mari Manzanares al cortar las dos orejas del precioso quinto toro de la tarde que fue justamente premiado con la vuelta al ruedo.
Ha sido una faena acompasada por la música y los oles de 17.000 espectadores que supieron degustar la torera dulzura del alicantino quien a pesar del molesto viento en algunos momentos, bordó el toreo despacio, cadencioso, citando siempre en la media distancia y embarcando para ajustar series en redondo por los dos pitones. Faena de torero grande que cotiza seriamente para el trofeo oficial, informa mundotoro.
Una lluvia de abanicos cayó sobre el ruedo al finalizar El Fandi el tercio de las banderillas. Fueron cuatro pares de impecable y variada ejecución que le avalan como el mejor del mundo en la materia, sin duda. Su actuación fue completa, variadísimo en los lances de capa y poderoso con la muleta. La serie inicial de rodillas con pases en redondo fueron de locura colectiva, y la estocada de efecto rapidísimo hicieron sacar el pañuelo al Presidente, que en su primero le negó ante la unánime petición.
El paisano Luis Bolívar se llevó la papeleta gris del sorteo. Poco sirvieron sus dos oponentes, el primero sin casta y el segundo se fue a menos rápidamente. Ambos eso sí, con nobleza. Los lances de rodillas al comienzo nos hicieron pensar el anhelado triunfo, pero terminaron sin colaborar: uno metido en las tablas y el otro parado con apenas amagos de embestir. Por encima, la enorme voluntad del diestro que fue justamente reconocida con las palmas abundantes de la afición.
Plaza de toros de Cañaveralejo. Tercera corrida Feria de Cali - Lleno absoluto. Toros de Las Ventas con calidad y nobleza, el quinto premiado con la vuelta al ruedo. El Fandi, ovación con vuelta al ruedo y oreja. José Mari Manzanares, palmas y dos orejas con salida a hombros. Luis Bolívar, palmas y ovación al final.
Manzanares sale a hombros
Una gran tarde de toros en Cali, con tiempo caluroso y lleno a reventar en los tendidos de Cañaveralejo donde se vivió un ambiente de alegría y colorido celebrando un año más de la inauguración de la plaza.
Para la ocasión, el maestro César Rincón dispuso de un encierro acorde con la categoría merecida escogiendo seis toros de su dehesa Las Ventas del Espíritu Santo, muy parejos de presentación y calidad, especialmente los corridos en primero, cuarto y quinto lugar. Toros con mucha nobleza, encastados en bueno que permitieron faenas pletóricas de torería y la primera salida a hombros por la Puerta del Señor de los Cristales, honor que se llevó José Mari Manzanares al cortar las dos orejas del precioso quinto toro de la tarde que fue justamente premiado con la vuelta al ruedo.
Ha sido una faena acompasada por la música y los oles de 17.000 espectadores que supieron degustar la torera dulzura del alicantino quien a pesar del molesto viento en algunos momentos, bordó el toreo despacio, cadencioso, citando siempre en la media distancia y embarcando para ajustar series en redondo por los dos pitones. Faena de torero grande que cotiza seriamente para el trofeo oficial, informa mundotoro.
Una lluvia de abanicos cayó sobre el ruedo al finalizar El Fandi el tercio de las banderillas. Fueron cuatro pares de impecable y variada ejecución que le avalan como el mejor del mundo en la materia, sin duda. Su actuación fue completa, variadísimo en los lances de capa y poderoso con la muleta. La serie inicial de rodillas con pases en redondo fueron de locura colectiva, y la estocada de efecto rapidísimo hicieron sacar el pañuelo al Presidente, que en su primero le negó ante la unánime petición.
El paisano Luis Bolívar se llevó la papeleta gris del sorteo. Poco sirvieron sus dos oponentes, el primero sin casta y el segundo se fue a menos rápidamente. Ambos eso sí, con nobleza. Los lances de rodillas al comienzo nos hicieron pensar el anhelado triunfo, pero terminaron sin colaborar: uno metido en las tablas y el otro parado con apenas amagos de embestir. Por encima, la enorme voluntad del diestro que fue justamente reconocida con las palmas abundantes de la afición.
Plaza de toros de Cañaveralejo. Tercera corrida Feria de Cali - Lleno absoluto. Toros de Las Ventas con calidad y nobleza, el quinto premiado con la vuelta al ruedo. El Fandi, ovación con vuelta al ruedo y oreja. José Mari Manzanares, palmas y dos orejas con salida a hombros. Luis Bolívar, palmas y ovación al final.
Cañaveralejo, Luis Bolívar desató pasiones
En tarde entretenida se cortaron dos orejas a un encierro de Juan B. Caicedo.
Los toros de Juan Bernardo Caicedo lidiados ayer en Cali salieron bonitos de lámina y decorosamente armados, pero dispares de romana y juego. Se destacaron, por su nobleza, el tercero, cuarto y el quinto, que fueron aplaudidos en el arrastre. En conjunto fueron justos de fuerza y de fondo. La diferencia del más liviano y el más pesado se aproximó a los 70 kilos. En general pasaron con una sola vara muy leve para algunos. Pese a ello blandearon y se quedaron al final.
El cartel de matadores era de postín. Ferrera, un veterano en su mejor año; Fandiño, el triunfador de la temporada mundial 2013, y Luis Bolívar, el primer espada de Colombia.
El público respondió. La entrada se aproximó a los dos tercios del aforo. La tarde fue soleada y los ánimos, fiesteros.
Antonio Ferrera desplegó frente a un lote bronco, que terminó inválido por lesiones en sus cuartos delanteros, una tauromaquia basada más en el espectáculo que en el contenido y la cual tuvo en los tercios de banderillas sus mejores momentos.
Iván Fandiño afrontó las dificultades del tercero de la tarde con decisión y limpieza, tanto con el capote como con la muleta, pero el desfallecimiento del animal bajó el tono de la faena. La estocada pasada y con derrame fue premiada con una oreja. Con el sexto, de mucha plaza y buen comienzo, mostró respeto, toreándolo con distancia inicialmente y arrimándose cuando el toro claudicaba, razón por la cual los ánimos se enfriaron.
Luis Bolívar, quien pasó silenciado con el áspero segundo y tuvo un trompicado primer tercio con el mejor quinto, brindó a sus paisanos, afianzó los talones en los medios y bordó tres templadas tandas en redondo, de mano baja y trapo adelantado, que fueron el momento cumbre de la corrida y de lo que va de temporada.
El público y la banda respondieron con fuerza. La mano izquierda no halló igual tersura que la derecha, sin embargo el alboroto siguió creciendo más allá de la tremenda estocada, hasta tomar visos de motín cuando la presidencia negó la concesión de la segunda oreja.
Los toros de Juan Bernardo Caicedo lidiados ayer en Cali salieron bonitos de lámina y decorosamente armados, pero dispares de romana y juego. Se destacaron, por su nobleza, el tercero, cuarto y el quinto, que fueron aplaudidos en el arrastre. En conjunto fueron justos de fuerza y de fondo. La diferencia del más liviano y el más pesado se aproximó a los 70 kilos. En general pasaron con una sola vara muy leve para algunos. Pese a ello blandearon y se quedaron al final.
El cartel de matadores era de postín. Ferrera, un veterano en su mejor año; Fandiño, el triunfador de la temporada mundial 2013, y Luis Bolívar, el primer espada de Colombia.
El público respondió. La entrada se aproximó a los dos tercios del aforo. La tarde fue soleada y los ánimos, fiesteros.
Antonio Ferrera desplegó frente a un lote bronco, que terminó inválido por lesiones en sus cuartos delanteros, una tauromaquia basada más en el espectáculo que en el contenido y la cual tuvo en los tercios de banderillas sus mejores momentos.
Iván Fandiño afrontó las dificultades del tercero de la tarde con decisión y limpieza, tanto con el capote como con la muleta, pero el desfallecimiento del animal bajó el tono de la faena. La estocada pasada y con derrame fue premiada con una oreja. Con el sexto, de mucha plaza y buen comienzo, mostró respeto, toreándolo con distancia inicialmente y arrimándose cuando el toro claudicaba, razón por la cual los ánimos se enfriaron.
Luis Bolívar, quien pasó silenciado con el áspero segundo y tuvo un trompicado primer tercio con el mejor quinto, brindó a sus paisanos, afianzó los talones en los medios y bordó tres templadas tandas en redondo, de mano baja y trapo adelantado, que fueron el momento cumbre de la corrida y de lo que va de temporada.
El público y la banda respondieron con fuerza. La mano izquierda no halló igual tersura que la derecha, sin embargo el alboroto siguió creciendo más allá de la tremenda estocada, hasta tomar visos de motín cuando la presidencia negó la concesión de la segunda oreja.
Se abrió la temporada grande en Cañaveralejo
Se dio inicio a la feria de Cali con corrida del tradicional hierro de Mondoñedo. El matador español Alberto Aguilar resultó herido por asta de toro en su primero y fue remitido al Centro Médico Imbanaco, donde fue intervenido quirúrgicamente (la cornada fue en la pantorrilla izquierda).
José Fernando Alzate cortó la única oreja de la tarde a su último toro tras pasar un susto al ser revolcado (lidió tres debido al retiro de Aguilar) y fue ovacionado en su segundo, quinto de la tarde.
Por su parte, el español Javier Castaño no pudo revalidar el triunfo que cosechó en Cañaveralejo en 2012, pero se mostró valiente ante el toro más grande de la corrida, que despertó susurros en los tendidos al derribar a los dos caballos.
Ficha Técnica.
Toros de Mondoñedo para:
Javier Castaño: Silencio y silencio (mató el segundo, primero de Aguilar tras la cornada).
Alberto Aguilar: Resultó herido en su primer toro.
José Fernando Alzate: Silencio tras tres avisos, ovación desde el tercio y oreja.
Se dio inicio a la feria de Cali con corrida del tradicional hierro de Mondoñedo. El matador español Alberto Aguilar resultó herido por asta de toro en su primero y fue remitido al Centro Médico Imbanaco, donde fue intervenido quirúrgicamente (la cornada fue en la pantorrilla izquierda).
José Fernando Alzate cortó la única oreja de la tarde a su último toro tras pasar un susto al ser revolcado (lidió tres debido al retiro de Aguilar) y fue ovacionado en su segundo, quinto de la tarde.
Por su parte, el español Javier Castaño no pudo revalidar el triunfo que cosechó en Cañaveralejo en 2012, pero se mostró valiente ante el toro más grande de la corrida, que despertó susurros en los tendidos al derribar a los dos caballos.
Ficha Técnica.
Toros de Mondoñedo para:
Javier Castaño: Silencio y silencio (mató el segundo, primero de Aguilar tras la cornada).
Alberto Aguilar: Resultó herido en su primer toro.
José Fernando Alzate: Silencio tras tres avisos, ovación desde el tercio y oreja.
Segunda corrida de feria con emoción
Se lidió un encierro de Juan Bernardo Caicedo y tanto Iván Fandiño como Luis Bolívar cortaron una oreja cada uno. Antonio Ferrera falló con los aceros, pero se lució en banderillas y estuvo muy en torero.
En una soleada tarde, la disposición de los matadores alegró a los tendidos. Iván Fandiño demostró el gran momento que vive y estuvo cerca de abrir la puerta grande, pero en su segundo, tras descabellar, perdió el segundo apéndice.
Por su parte, Luis Bolívar, torero de la casa, se llevó una oreja de su segundo toro, quinto de la tarde, un albahío, al cual le lidió llegándole al tendido.
Antonio Ferrera danzó con sus banderillas y emocionó a los tendidos. Gran despliegue de agilidad y torería por parte del diestro español.
*El tercer toro fue cambiado tras chocar fuertemente contra un burladero y partirse un pitón.
Ficha técnica:
Toros de Juan Bernardo Caicedo para:
Antonio Ferrera: Silencio y saludo desde el tercio.
Luis Bolívar: Silencio y oreja.
Iván Fandiño: Oreja y ovación.
Fotos: Andrés Rivera Mejía
Se lidió un encierro de Juan Bernardo Caicedo y tanto Iván Fandiño como Luis Bolívar cortaron una oreja cada uno. Antonio Ferrera falló con los aceros, pero se lució en banderillas y estuvo muy en torero.
En una soleada tarde, la disposición de los matadores alegró a los tendidos. Iván Fandiño demostró el gran momento que vive y estuvo cerca de abrir la puerta grande, pero en su segundo, tras descabellar, perdió el segundo apéndice.
Por su parte, Luis Bolívar, torero de la casa, se llevó una oreja de su segundo toro, quinto de la tarde, un albahío, al cual le lidió llegándole al tendido.
Antonio Ferrera danzó con sus banderillas y emocionó a los tendidos. Gran despliegue de agilidad y torería por parte del diestro español.
*El tercer toro fue cambiado tras chocar fuertemente contra un burladero y partirse un pitón.
Ficha técnica:
Toros de Juan Bernardo Caicedo para:
Antonio Ferrera: Silencio y saludo desde el tercio.
Luis Bolívar: Silencio y oreja.
Iván Fandiño: Oreja y ovación.
Fotos: Andrés Rivera Mejía
Puerta grande de Manzanares
Con lleno en los tendidos, Cañaveralejo vibró gracias a las actuaciones de David Fandila ‘El Fandi, Luis Bolívar y, especialmente, José María Manzanares.
‘El Fandi’ estuvo imponente en banderillas y en la muleta, dio una vuelta al ruedo con fuerte petición de oreja en su primero y cortó un apéndice a su segundo.
Luis Bolívar intentó agradar, pero sorteó el lote más complicado. Aún le queda una corrida donde se la jugará toda para buscar abrir la puerta grande.
José María Manzanares, por quien Cali había esperado varios años, se lució. En su segundo, quinto de la tarde, que además dio la vuelta al ruedo, cortó las dos orejas y salió por la puerta del Señor de los Cristales a hombros tras enloquecer a los colmados tendidos de Cañaveralejo.
Ficha Técnica:
Toros de Las Ventas del Espíritu Santo para:
David Fandila ‘El Fandi’: Vuelta al ruedo y oreja.
José María Manzanares: Silencio y dos orejas.
Luis Bolívar: Silencio y silencio.
Fotos: Andrés Rivera Mejía
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